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Los gatos persiguen. Es lo que hacen. Como depredadores que son, normalmente persiguen presas pequeñas o juguetes que parecen presas o tal vez ambas por diversión y práctica. Pero, ¿por qué un gato perseguiría a un humano?

“Muchos dueños llegan con heridas que sus gatos les hacen al jugar con ellos de forma inadecuada”, dice Sharon Crowell-Davis, médico veterinario y profesora en la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad de Georgia. “En ocasiones encontramos un problema de conducta en los gatos, cuando no salen de su casa y no tienen oportunidad de jugar”, dice. “Descubren el juego de perseguir al humano e imaginan que una de sus piernas es un ratón u otra presa y brincan hacia ella para tratar de ‘matarla’”.

Cuando el juego es divertido

¿Qué pasa si tu gato no se lanza a matar, sino que ocasionalmente te persigue cuando, por decir algo, llevas los platos a la cocina? “Si tu gato solamente te persigue y se detiene, ha encontrado una forma de jugar”, explica la Dra. Crowell-Davis. “Es una forma limitada y modificada del comportamiento de caza. Así que, cuando está de humor, podría ser un buen momento para tomar una pelota y jugar con ella, ya que lo que él quiere es la estimulación”. Lo mismo sucede cuando te acecha, siempre que sea un comportamiento de juego y no termine en un ataque. “Si tienes un gato que tiende a seguirte por toda la casa, ya sea caminando, acechando o persiguiéndote, entonces tu gato está muy apegado a ti y quiere estar cerca de ti”.

La Dra.Crowell-Davis también destaca que a los gatos les gusta jugar atrapadas. “En casa tengo una zona grande cercada para mis gatos, y frecuentemente los veo jugando atrapadas”, dice. “Algunas veces, cuando mi hija está en el patio trasero, participa también en ese juego. Todos corren alrededor, brincan y toman turnos para perseguirse”. La Dra. Crowell-Davis admite que las reglas de las atrapadas con gatos no son las mismas que para los humanos, pero el resultado es el mismo: ¡Diversión! “Especialmente cuando cuatro o cinco de mis gatos más activos comienzan a jugar”, comenta. “Un gato atrapa a otro, y después otro gato brinca, y el que brincó primero huye, y el que brincó después corre tras él… Eso es una forma normal del comportamiento felino”.

Cuando jugar lastima

Si la persecución de tu gato sí termina en un ataque, la Dra. Crowell-Davis dice que es importante darse cuenta que es normal para los gatos acechar y atacar algo; la clave es que no queremos que nos ataquen a nosotros. “Necesitas ver si tu gato tiene oportunidad de jugar juegos aceptables y darte cuenta que con sólo traer a casa un ratón de peluche con hierba gatera no va a detenerlo”. Tu gato podrá estar interesado en él por un rato, dice, pero después ese ratón estará en el suelo.

“Los gatos necesitan actividad, algo que los incite a moverse y perseguir cosas”, explica la Dra. Crowell-Davis. Dice que puedes comprar juegos mecánicos o interactivos, o incluso puedes hacer unos tú mismo con un poco de resorte, al que podrías atar al marco de una puerta de un extremo y que el otro extremo quede colgando fuera del alcance de tu gato. “Puedes estirar el resorte, y una vez que tu gato lo quiera atrapar, sus propios movimientos lo harán rebotar por todos lados”, comenta. Idealmente, un juguete hecho en casa como éste sólo debe usarse bajo supervisión, para asegurar que tu gato no ingiera el elástico o la tela.

Los gatos siempre serán gatos

Es importante recordar que, ya sea que están acechando o realizando otro comportamiento relacionado con la caza, como cuando los gatos pelean entre sí, son actividades que la especie necesita hacer por naturaleza, comenta la Dra. Crowell-Davis. “Parte de tener un gato es hacer que tenga muchas oportunidades para jugar adecuadamente”, asegura, “de forma que no decida probar lo que consideramos incorrecto, al ir tras los pies o las manos de la gente”. Es divertido jugar con gatitos pequeños con tus manos, y hacerles cosquillas en su panza y dejarlos que te agarren e incluso te rasguñen porque, cuando son pequeños, con garras pequeñas y suaves, es lindo, explica la Dra. “Pero cuando cumplen un año y quieren jugar a lo mismo con tu mano, ya no es lindo”, agrega. “Así que es muy importante que la gente no use sus manos o sus pies al jugar con un gato, porque le están enseñando que las manos y los pies son juguetes”.